¿Cómo congelar grosellas durante el invierno para conservar todas las sustancias beneficiosas?

La grosella negra es un depósito de vitaminas y microelementos beneficiosos que nos aporta la naturaleza. Lamentablemente, el sabor de las bayas frescas sólo se puede disfrutar en verano y durante dos o tres semanas. Por lo tanto, muchas amas de casa están interesadas en la cuestión de cómo congelar las grosellas durante el invierno en el congelador para que conserven sus propiedades medicinales y su maravilloso sabor. Hemos recopilado algunos consejos valiosos sobre este tema.

Grosella negra fresca

¿Cuándo recolectar grosellas para almacenarlas?

Comienzan a cosechar grosellas tan pronto como las bayas están maduras. Depende de la ubicación geográfica y las condiciones climáticas. En Rusia central, la cosecha de la “belleza” negra cae del 20 de junio al 10 de julio.

No importa cómo planee conservar las grosellas (en forma de mermelada, conservas o jalea, en compotas y molidas con azúcar, en el refrigerador o en el congelador), al recoger las bayas, debe seguir varias reglas:

  1. Las grosellas se deben recoger en un clima despejado y seco, esperando que se seque el rocío sobre las bayas. Los cultivos cosechados después de la lluvia se echarán a perder más rápido.
  2. Utilice pequeños cubos, cajas o cestas para la recogida. El recipiente debe ser ancho y no demasiado profundo para que la capa superior no aplaste el fondo. El volumen óptimo es de 2 a 3 litros.
  3. La baya se retira junto con el tallo y se coloca cuidadosamente en la canasta.

Si para el uso diario las grosellas se pueden recolectar en cualquier momento, incluso bajo la lluvia, entonces para su conservación es imperativo seguir las reglas descritas anteriormente.

Costillas Rojas

Almacenamiento en frio

Las grosellas negras frescas se pueden almacenar en el refrigerador sin ningún procesamiento por hasta dos semanas. Al mismo tiempo se conserva perfectamente el color, sabor y olor del producto. Las variedades rojas y blancas durarán dos meses sin estropearse si se crean condiciones especiales en el frigorífico (alta humedad y temperatura no superior a +1°C).

Algunos consejos sobre cómo almacenar adecuadamente las bayas frescas en el refrigerador:

  • Las grosellas recolectadas no se lavan, solo se clasifican, separando las bayas estropeadas;
  • Para el almacenamiento, utilice cestas anchas u otros recipientes que dejen pasar bien el aire;
  • el mejor lugar en el frigorífico es el estante superior;
  • El recipiente debe cubrirse con un paño húmedo para evitar que las bayas se sequen;
  • El producto no debe agitarse durante el almacenamiento, ya que existe el riesgo de dañar las delicadas bayas.

Para que la cosecha se mantenga fresca por más tiempo, las grosellas deben recolectarse un poco verdes. Durante el almacenamiento en frigorífico irá alcanzando progresivamente un grado de maduración normal.

Grosellas negras congeladas

Método de congelación clásico

Las grosellas contienen una gran cantidad de fitoncidas, sustancias naturales que matan varios virus patógenos y aumentan la inmunidad del cuerpo. Sin embargo, en la mermelada o las conservas preparadas casi no quedan sustancias útiles y, además, se supera el límite de azúcar permitido. Por tanto, la congelación se considera la mejor forma de prepararse para el invierno.

El proceso de adquisición es el siguiente:

  1. Seleccione bayas secas, maduras, pero no demasiado maduras, y viértalas en un recipiente de plástico pequeño u otro plato apto para lavar.Las variedades rojas y blancas se pueden congelar junto con las ramas. Las grosellas negras generalmente se recogen de la rama y solo se congelan las bayas.
  2. Llene el recipiente con agua fría y ligeramente, con cuidado de no aplastarla, revuelva y dé la vuelta a las bayas. Los restos pequeños flotarán hacia la superficie del agua y serán fáciles de recoger.
  3. Las grosellas lavadas se colocan en un colador para escurrir completamente el agua y luego se esparcen en una capa sobre una toalla de algodón. Las bayas deben secarse completamente antes de congelarlas para que no se peguen.
  4. El producto terminado se esparce en una bandeja o plato plano en una capa y se envía al congelador para su precongelación.
  5. Las bayas congeladas se vierten en recipientes o bolsas de comida. No conviene coger recipientes demasiado grandes, ya que no se recomienda congelar dos veces un producto tan delicado.

Cada disminución de temperatura de dos grados aumenta la vida útil en 1 mes. Las modernas unidades de congelación pueden congelar grosellas durante todo un año. La temperatura recomendada es -18°C.

Una preparación sencilla y cómoda es útil para preparar compotas, pasteles y albóndigas, salsa agria para carne y otros platos ricos en vitaminas. Es necesario descongelar las bayas gradualmente, moviendo el recipiente del congelador al refrigerador y, solo después de que el producto se haya descongelado casi por completo, llevarlo a temperatura ambiente. Sólo así la baya conservará su forma y color.

Grosella negra con azúcar

¿Cómo congelar grosellas negras con azúcar?

Algunas amas de casa aconsejan congelar las grosellas con azúcar. Este método es conveniente porque las bayas, espolvoreadas con azúcar granulada, prácticamente no se arrugan ni se estropean, ya que el azúcar absorbe la humedad liberada.

Para 250 g de bayas necesitarás 2 cucharadas de azúcar.

Para congelar se utilizan recipientes de plástico. El fondo de los platos preparados para la preparación se cubre con azúcar granulada. Se colocan bayas encima y se espolvorean nuevamente con azúcar. Las capas se alternan hasta que el recipiente esté lleno. Cubrir con una tapa y colocar en el congelador.

Puré de grosellas congelado

Congelar como puré

El puré de bayas congelado se puede utilizar para hacer gelatina, salsa y como aditivo para gachas o requesón. La preparación se puede hacer con o sin azúcar, todo depende de las preferencias del ama de casa.

  1. Las bayas lavadas se trituran con una licuadora o picadora de carne.
  2. Agrega azúcar granulada (si decides preparar un producto dulce) y mezcla bien. Para 1 kg de bayas son suficientes 250 g de azúcar.
  3. Vierta la masa resultante en recipientes pequeños y colóquelos en el congelador.

Para ahorrar espacio, puedes sacar los cubos congelados de los moldes y meterlos en bolsas. Es muy conveniente utilizar dicha preparación: para preparar compota, solo necesita sacar uno o dos cubos y, sin descongelar, tirarlos a la sartén.

Las grosellas congeladas conservan perfectamente sus propiedades. Una preparación sencilla y práctica en el congelador te permitirá diversificar tu menú y reponer tu aporte de vitaminas en la temporada de invierno.

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